martes, 13 de noviembre de 2012

Asi no se puede seguir

EL 14 de noviembre, los trabajadores y trabajadoras de España, Portugal e Italia irán a la huelga general, en el marco de la Jornada Acción y Solidaridad convocada por la Confederación Europea de Sindicatos para rechazar las políticas de austeridad que están conduciendo a la recesión y al desempleo. Estamos, en consecuencia, ante una jornada histórica del movimiento sindical europeo.


En unos días, la actividad de los distintos sectores de la producción y los servicios quedará paralizada, o seriamente afectada, por la huelga general convocada por la práctica totalidad de los sindicatos de este país, y respaldada por una potente red de organizaciones sociales, culturales y profesionales que integran la Cumbre Social. En la tarde del 14N, con toda seguridad, millones de personas recorrerán las calles de las principales ciudades, rechazando las políticas de recortes de los poderes públicos. Se trata de ensanchar el territorio de la respuesta social ante unas políticas que son especialmente lesivas para el mundo del trabajo -sobre todo para uno de cada cuatro españoles que queriendo trabajar no puede hacerlo-, pero también para la inmensa mayoría de la sociedad española que ha visto deterioradas, frenadas o sepultadas sus expectativas laborales y/o profesionales. Sin olvidar un dato dramático: en más de 1.700.000 hogares ningún miembro de la familia tiene empleo, y el 27 por ciento de la población -según un informe de la UE- se mueve ya en la exclusión y la pobreza. Solo las élites de la economía y las finanzas quedan a salvo, incluso medran, de este vendaval antisocial que está destruyendo el Estado de bienestar y acabando con la arquitectura de derechos laborales de la democracia.

Porqué vamos a la huelga

La prensa conservadora ha criticado con dureza a los sindicatos por recurrir de nuevo a la huelga general en el año 2012 -la anterior fue el 29 de marzo- y "dañar la imagen de la economía española, justo cuando más necesita transmitir confianza a los mercados". Es la primera vez que el movimiento sindical convoca dos huelgas generales en un año, pero la pregunta, además del hecho estadístico, es: ¿porqué los sindicatos convocan una nueva huelga general?

Conviene hacer una consideración no menor. La huelga general es, en primer lugar, un sacrificio para quienes la secundan, porque dejarán de percibir el salario de ese día, algo que en el tiempo que vivimos, no es cualquier cosa. Pero conviene salir al paso de otra maldad que es tan injusta como falsa: nada daña más a la economía y el empleo que las políticas de ajuste y recortes del Ejecutivo español, que casi un año después de empezar a gobernar logra el triste récord de enviar al paro a un millón de personas. De esta forma camina inexorablemente hacia los 6 millones en 2012.

La huelga general es un ejercicio de dignidad; una reacción ajustada a la gravedad de unas políticas que, decreto a decreto, amenazan los indicadores básicos en materia de igualdad, bienestar y derechos, que caracterizan a las sociedades abiertas y democráticas:


convocamos huelga para cambiar unas políticas europeas que solo atienden la voz de los poderosos y que ya han llevado en Europa a 24 millones de personas al paro lo hacemos contra una reforma laboral y una política dogmática de reducción del déficit que nos acerca a los 6 millones de parados en España

porque mientras crece el paro, se recortan las prestaciones por desempleo porque la tasa de paro juvenil supera el 50%, lo que condena a nuestros jóvenes a la exclusión social o a la emigración

porque los recortes en educación y la contrarreforma que impulsa el Gobierno privan a muchos jóvenes de la posibilidad de acceder a estudios superiores e imponen una educación clasista, sexista y reaccionaria

porque los recortes en sanidad y la introducción del repago conducen a que los sectores más desfavorecidos queden fuera del sistema nacional de salud porque la falta de presupuesto de la Ley de Dependencia deja a centenares de miles de personas sin atención y a miles de trabajadores sin empleo

porque se está empobreciendo a la mayoría de la sociedad y empujando a la exclusión social a miles de familias -según el indicador AROPE de la UE, la tasa de riesgo de pobreza en España es del 27 por ciento-

porque están en riesgo las pensiones públicas, que en la actualidad son el sustento de muchas familias que no tienen otras fuentes de ingresos porque cuatro años de políticas de austeridad y recortes no han hecho sino empeorar las cosas porque el sacrificio no es compartido por toda la sociedad. Las élites económico-financieras se salvan de la crisis, incluso sacan beneficio de ella porque el Gobierno está haciendo lo contrario de lo que prometió, cometiendo una descarado fraude democrático

Sobran, pues, las razones para secundar la convocatoria de huelga general.

Ignacio Fernández Toxo

Secretario general de CCOO

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